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Cuestionan la calidad sanitaria de los reciclados de polietileno destinados al envase de alimentos
Journal of Hazardous Materials Londres, Reino Unido 15 Agosto, 2023

El uso de materiales plásticos reciclados para envasar alimentos plantea un desafío de seguridad que requiere atención urgente con el fin de evitar la migración de sustancias desconocidas y/o peligrosas a los productos. 

La evidencia científica sobre la migración de productos químicos de los envases de polietileno (PE) reciclado durante su ciclo de vida es incompleta, especialmente en la etapa de reprocesamiento. 

La Unión Europea se propone incrementar el reciclaje de envases, una mejor comprensión y seguimiento de la calidad del PE destinado a alimentos desde una perspectiva química a lo largo de todo el ciclo de vida. La consecución del objetivo permitirá la transición hacia una cadena de valor sostenible de los plásticos.

El artículo de la revista Journal of Hazardous Materials * analiza la evidencia disponible sobre la migración química a lo largo del ciclo de vida de los envases de alimentos de PE. Para tal objetivo define metas clave:
i) enumera todos los productos químicos que se han medido y detectado en experimentos de migración realizados con envases de alimentos de PE y, a su vez, evalúa
ii) la relación de estos productos químicos con las características de los diferentes tipos de PE, y
iii) las condiciones y factores que pueden afectar la migración de productos químicos a lo largo del ciclo completo de vida de los envases alimentarios de PE.
Al finalizar, ofrece recomendaciones para mejorar la seguridad del PE reciclado en su contacto con alimentos.
El artículo respalda su contenido con la inusual cifra de 130 referencias bibliográficas.  

Antecedentes del estudio
Pese a que la mayoría de los envoltorios que conservan alimentos se fabrican con un PE reciclado cuya versatilidad permite contener productos, preservarlos y exhibirlos, un conjunto de investigadores que se desempeñan en universidades británicas y de Medio Oriente cuestionó la inocuidad de los alimentos contenidos en estos envases. 

El aumento de materiales en contacto con alimentos (MCA), plantea un desafío de seguridad que requiere atención urgente como consecuencia de las sustancias desconocidas y/o peligrosas que pueden introducir la migración de los MCA reciclados. 

Los MCA representan una vía importante de exposición humana crónica a sustancias preocupantes que se derivan de la migración química a los alimentos envasados y procesados, como los ftalatos de la pastelería, los envases plásticos para alimentos y el bisfenol-A de botellas de tereftalato de polietileno. 

Aunque en la fabricación de MCA se usen adrede miles de productos químicos y esté demostrado que una importante cantidad de ellos migran a los alimentos, existe aún información limitada sobre la seguridad de los MCA debido a la falta de datos sobre los peligros que acarrean. Esta carencia impide conocer cabalmente la enorme cantidad de sustancias químicas, a menudo ignoradas, que se encuentran en los MCA terminados y su destino a lo largo de todo su ciclo de vida, limitación que impide una atención e intervención política adecuada de las autoridades correspondientes.

Fundamentos del trabajo
El objetivo de adoptar una actitud responsable con el planeta, aumenta la tendencia al reciclaje de todos los envases plásticos como así también su aprovechamiento. 
Sin embargo, los autores comunican que, desde una consideración más cuidadosa, las implicancias sanitarias del uso de PE reciclado, han sido insuficientemente exploradas.
La investigación considera muy preocupante la potencial migración de sustancias químicas constitutivas de dicho material hacia los alimentos envasados.

La revisión de 116 estudios llevada a cabo por investigadores de las universidades Brunel, College de Londres y de Quatar, en colaboración con el Foro de Envasado de Alimentos (Food Packaging Forum), permitió identificar 377 sustancias químicas que se relacionan con los alimentos envasados con PE. Entre ellos destacan el bisfenol A y los ftalatos, disruptores endocrinos (DEs) nocivos para la salud humana. 

Unas 211 de esas sustancias se filtran en los alimentos al menos una vez durante el ciclo de vida del plástico. El artículo remarca que solo una cuarta parte obtuvo autorización regulatoria por parte de la Unión Europea y un tercio superó el límite de la seguridad.

Los DEs son aquellas sustancias químicas capaces de interferir con la homeostasis hormonal, alterando la síntesis, función, almacenamiento y/o su metabolismo. Se encuentran en el ambiente y en una amplia variedad de productos de uso diario. El bisfenol A, los ftalatos y los compuestos orgánicos persistentes son tres tipos de DEs asociados con alteraciones reproductivas.

Según informa la Dra. Eleni Lacovidou, coautora del trabajo, no existen las pruebas suficientes demostrativas de la seguridad en el reciclado de los envases PE para uso alimenticio. 

En su condición de integrante del Grupo de Investigación de Plásticos Sostenibles (SPlasH) de la Brunel University, Reino Unido,  muchos de los estudios analizados ignoran detalles importantes tales como la densidad del plástico, sus destinos de uso, la forma de conservación o la cantidad de veces que puede reutilizarse.

A pesar de la alta demanda de PE para la producción de nuevos envases, la seguridad plantea cuestiones críticas desde el punto de vista de la salud de los consumidores.

Al finalizar, los autores plantean recomendaciones para diseñar reglas seguras y sostenibles (RSS) tendientes a perfeccionar el proceso que aprovecha los envases plásticos destinados a alimentos: 

i) Mejorar la comunicación entre los operadores de residuos y los diseñadores de productos de PE con el objetivo de apoyar e implementar RSS;

ii) Aumentar la transparencia y la trazabilidad de la calidad de los envases alimentarios de PE en toda la cadena de suministro a través de iniciativas como pasaportes de productos y sistemas de etiquetado;

iii) Elaborar tecnologías y bases de datos capaces de respaldar la transparencia de los procesos y la toma de decisiones a lo largo del ciclo completo de vida de los envases de PE con un enfoque en el reprocesamiento para alimentos;

iv) Desarrollar un mecanismo de monitoreo para controlar la calidad de los envases de alimentos de PE de conformidad con RSS e identificar brechas en el marco regulatorio con el objetivo de construir una política sólida y actualizada de MCA; 

v) Centrarse en los MCA, que evitan el reciclaje de ciclo cerrado para envases de alimentos de PE junto con el seguimiento de desechos plásticos. En este caso, procurar el desarrollo de metodologías para evaluar la toxicidad de mezclas químicas con un comportamiento similar, en lugar de sustancias individualmente; y 

vi) Incentivar un mejor diseño de productos a través de instrumentos económicos como impuestos, responsabilidad extendida del productor y tecnologías de gestión de residuos que reflejen los criterios de RSS.

 

* Journal of Hazardous Materials
Unpacking the complexity of the polyethylene food contact articles value chain: A chemicals perspective 
Spyridoula Gerassimidou, Birgit Geueke, Ksenia J. Groh, Jane Muncke, John N. Hahladakis, Olwenn V. Martin, Eleni Iacovidou
Volume 454. Edición impresa prevista para el 15 de julio, 2023
DOI:10.1016/j.jhazmat.2023.131422

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