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Relacionan el aumento de casos de asma y alergias con la falta de bacterias intestinales beneficiosas en los bebés
Communications Biology San Diego, California, EE.UU. 04 Julio, 2025

Los bebés de uno a tres meses de edad con déficit generalizado de ciertas cepas de bifidobacterium quedan expuestos a mayores riesgos de enfermedades no transmisibles según demuestra el hallazgo del resultado inmunológico adverso a los dos años de edad. 

El microbioma intestinal infantil es crucial para el desarrollo inmunitario e influye en el riesgo de enfermedades no transmisibles (ENT) en las etapas siguientes de la vida. Casi uno de cada cuatro bebés carece de suficientes bacterias intestinales saludables esenciales para entrenar su sistema inmunológico, limitación que los expone a los 2 años a mayores riesgos de desarrollar ENT, como alergias, asma y eczema.

El artículo publicado por Communications Biology * al evaluar el microbioma intestinal de 412 bebés representativos de la variada demografía de EE. UU. encontró un déficit generalizado de bifidobacterias.
Los datos de salud a largo plazo señalarían que la falta de bifidobacterias detectables podría contribuir a la predisposición genética a  enfermedades alérgicas (atopia).

Las bifidobacterias consideradas el primer grupo colonizador del intestino humano se relacionan con resultados positivos para la salud del huésped, incluida la protección contra enfermedades metabólicas, infecciones del tracto gastrointestinal e inflamación.
Estimaciones globales consideran que alrededor del 40% de la población padece algún tipo de alergia a sustancias presentes en el ambiente: polen, polvo, ácaros o caspa de animales.
En las últimas décadas, la creciente prevalencia de afecciones alérgicas en niños incluyen las estacionales con síntomas leves, como goteo nasal , estornudos y picazón en los ojos, hasta eccemas graves y alergias alimentarias potencialmente mortales que pueden provocar un shock anafiláctico.

El microbioma intestinal infantil
Datos recientes indican que el aumento de estas ENT comienza  tanto en el útero materno y durante los dos primeros años, abarcando un período de unos 1000 días de vida.
Los científicos creen que, si bien los cambios ambientales y en el estilo de vida influyen, un factor clave podrían ser las alteraciones del microbioma intestinal. En los bebés, la alteración incluye la pérdida generalizada de ciertas cepas beneficiosas de bifidobacterium, esenciales para el desarrollo inmunitario temprano y la salud a largo plazo.

La vía de parto (cesárea o parto vaginal), la lactancia materna o artificial, y la exposición a antibióticos pueden influir en la diversidad del microbioma intestinal, factor vinculado a problemas de salud en etapas posteriores de la vida, como alergias, enfermedades autoinmunes y obesidad.
Los estudios previos sobre la flora intestinal en bebés, además de ser pequeños en su mayoría no abarcaban  la diversidad demográfica infantil del país.

Para llenar el vacío, los investigadores diseñaron la investigación longitudinal de siete años My Baby Biome que involucró datos representativos a nivel nacional de Estados Unidos correspondientes  tanto al microbioma intestinal infantil como a los compuestos producidos por las actividades metabólicas de los microbios.

El análisis de los datos reveló que el 25 % de los bebés estadounidenses de entre 1 y 3 meses de edad presentaban deficiencia de bifidobacterium, más pronunciada en los partos por cesárea (35 %) que en los vaginales (19 %).
En los bebés nacidos por cesárea , las bacterias beneficiosas fueron reemplazadas con frecuencia por las potencialmente patógenas, consumidoras de oligosacáridos de la leche materna que conforman el microbioma intestinal del lactante .

Los autores también descubrieron que los microbiomas ricos en bifidobacterium contenían menos genes resistentes a los antimicrobianos y causantes de enfermedades, junto con perfiles metabólicos más beneficiosos.
Al finalizar el estudio, aclaran que si bien el término disbiosis (o desequilibrio en el microbioma) aún es discutible, la fuerte correlación entre la composición del microbioma y la salud infantil, la ausencia de las cepas clave de bifidobacterium representa una verdadera disbiosis en los primeros años de vida.


* Communications Biology 
Bifidobacterium deficit in United States infants drives prevalent gut dysbiosis
John B. Jarman, Pedro J. Torres, Sean Stromberg, Hirokazu Sato, Caroline Stack, Angelica Ladrillono, Shannon Pace, Natalia Livier Jimenez, Robert J. Haselbeck, Richard Insel, Stephen Van Dien & Stephanie J. Culler 
24 de junio, 2025
https://www.nature.com/articles/s42003-025-08274-7

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