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Escasa utilización de sustitutos de la sal por parte de adultos con presión arterial alta
SIIC Congresos Baltimore, EE.UU. 12 Septiembre, 2025

El uso de sustitutos de la sal que reemplazan el sodio por potasio fue menor en la hipertensión no tratada y mayor en la tratada y controlada.

Los datos analizados permitieron descubrir que menos del 8% de los adultos estadounidenses con hipertensión no tratada o no controlada informaron haber usado sustitutos de la sal.
National Health and Nutrition Examination Survey | National Health and Nutrition  Examination Survey | CDCLa información corresponde a diecisiete años registrados en la Encuesta Nacional [de EE.UU.] de Examen de Salud y Nutrición (National Health and Nutrition Examination Survey - NHANES).

El estudio fue presentado el 7 de septiembre en las Sesiones Científicas de Hipertensión 2025 *, evento que anualmente organiza la Asociación Estadounidense de Cardiología (American Heart Association’s Hypertension Scientific Sessions; Sept. 4-7, 2025).

La expositora doctora Yinying Wei, investigadora de clínica aplicada en UT Southwestern Medical Center, reconoció que tanto ella como sus colegas, habían supuesto que las personas con presión arterial alta mantenían mayor predisposición al uso de sustitutos de la sal; sin embargo, el trabajo les deparó la sorpresa de la reducida utilización en todos los subgrupos evaluados, con inclusión de aquellos con hipertensión no tratada o no controlada.

Los sustitutos de la sal de sodio por sal de potasio, pueden desempeñar un papel importante en el control de la hipertensión en vista de que el consumo excesivo de sodio y el consumo insuficiente de potasio son factores de riesgo de presión arterial alta.

Detalles del estudio
Para comprender mejor el uso de sustitutos de la sal, los investigadores analizaron datos de 2003 a 2020 de NHANES. La variedad de opciones motivó la organización de los participantes adultos del estudio en cuatro subgrupos:
adultos con hipertensión tratada y controlada, con hipertensión tratada pero no controlada, con hipertensión no tratada y con presión arterial normal.
En los cuatro grupos, el uso de sustitutos de la sal alcanzó un máximo del 5,4% en 2013-2015 y cayó al 2,5% en 2017-2020, con tasas específicas que oscilaron entre el 2,3% y el 5,1% para los casos de adultos que cumplían los requisitos para recibir sustitutos de la sal.

Al analizar las tasas de cada subgrupo, los investigadores observaron -respecto a cualquiera de los tres restantes- que una mayor proporción de personas con hipertensión tratada y controlada incorporaban sustitutos de la sal a su dieta con un uso que oscilaba entre el 3,6 % y el 10,5 %. Por el contrario, el grupo de las personas con hipertensión tratada pero no controlada oscilaba entre el 3,7 % y el 7,4 %, y se mantuvo estable por debajo del 5,6 % en los adultos normotensos y sin tratamiento.

Los investigadores también buscaron asociaciones basadas en la frecuencia con la que los adultos informaron comer fuera de su vivienda; en estos casos, y para quienes lo hacían más de tres veces por semana, tenían un 23% menos de probabilidades de usar sustitutos de la sal respecto a los que comían fuera con menos frecuencia.

La doctora Yinying Wei aclaró que la encuesta NHANES solo registró datos de quienes usaban en sus casas sustitutos de la sal en lugar de sal de mesa, pese a que el mayor consumo de sodio de la dieta estadounidense proviene de alimentos procesados ??y restaurantes.

Los investigadores también señalan que, si bien los sustitutos de la sal son buenas herramientas para regular la presión arterial, los  enriquecidos con potasio en ciertas condiciones pueden acarrear riesgos para algunos pacientes. Antes de recomendar sustitutos de sal enriquecidos con el mineral, recomiendan evaluar meticulosamente a los pacientes con enfermedad renal y a quienes toman medicamentos o suplementos que afectan los niveles de potasio.

Además de realizar nuevas investigaciones que aborden las barreras a los sustitutos de la sal (costo, preferencias de sabor y factores culturales), los autores aconsejan centrarse en el estudio de las estrategias que alienten a las personas con hipertensión la adopción de sustitutos de la sal. 
La exploración tambéin debería contemplar la manera de integrar los sustitutos de la sal en el suministro de alimentos y evaluar si su uso en los envasados ??y en restaurantes podría tener un impacto significativo en la presión arterial y los problemas cardiovasculares de la población.

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