La prevalencia de antidepresivos a largo plazo y la duración promedio del tratamiento aumentaron de manera constante en todos los grupos etarios, con mayor incidencia entre los jóvenes de 10 a 24 años.
El artículo de la revista Pharmacoepidemiology and Drug Safety * procura identificar las tendencias potenciales en las prácticas de desprescripción de antidepresivos mediante el análisis de la proporción de usuarios a largo plazo, las eventuales modificaciones en la duración media de los tratamientos y el porcentaje de pacientes con supuestas reducciones de dosis.
Trascendencia de los psicotrópicos
Los antidepresivos ampliamente recetados para el abordaje de la depresión moderada a severa, en algunos casos también contemplan el tratamiento de la ansiedad y los trastornos de pánico. Sin embargo, la práctica clínica muestra que los patrones de prescripción se extienden más allá de los usos terapéuticos aprobados oficialmente, con indicaciones fuera de etiqueta.
Las guías clínicas recomiendan una duración de tratamiento antidepresivo de 6 a 12 meses para lograr beneficios terapéuticos óptimos en el manejo de la depresión, con extensiones probables requeridas en pacientes de alto riesgo con el fin de evitar recaídas por recurrencia de los trastornos depresivos.
Los usuarios de antidepresivos a largo plazo que interrumpen la medicación enfrentan el riesgo sustancial de síntomas de abstinencia con gravedad y duración variables. Los síntomas pueden malinterpretarse como recaída en la enfermedad, error que podría llevar a la reinstalación innecesaria de la medicación y a la creación de un ciclo de uso continuado.
El estudio reveló una tendencia creciente de uso de antidepresivos a largo plazo en todas las categorías de edad. Además, la duración media del tratamiento también aumentó en todos los grupos etarios durante el período evaluado. No hubo cambios significativos en quienes a largo plazo experimentaron una reducción de la dosis diaria definida (DDD) de relativa estabilidad.
La mayor proporción de usuarios a largo plazo, la extensión de los tratamientos y la falta de aumento en los patrones de aparente reducción de la dosis sugieren prácticas de desprescripción inadecuadas. Los factores antedichos resaltan la necesidad de mejorar las estrategias de desprescripción con enfoque integral e innovador para identificar a los pacientes que correspondan.
Las pautas de desprescripción y planes de reducción gradual, los enfoques tecnológicos y analíticos, como el modelado predictivo y los algoritmos basados ??en IA permitirían, según los autores, una estratificación más precisa de los pacientes para identificar a los de bajo riesgo de abstinencia mediante el análisis de sus variables clínicas.
Detalles y resultados
La selección de los medicamentos antidepresivos que utilizó el Sistema de Clasificación ATC de la Organización Mundial de la Salud solo excluyó la amitriptilina y el bupropión por sus indicaciones orientadas al tratamiento del dolor neuropático y el abandono del hábito de fumar, respectivamente.
El estudio retrospectivo utilizó una muestra del 10% de los datos del Plan de Beneficios Farmacéuticos de Australia (Australian Pharmaceutical Benefits Scheme - PBS), incluidos pacientes mayores de 10 años que, entre 2014 y 2023, recibieron la indicación profesional de un antidepresivo.
La prevalencia de antidepresivos a largo plazo aumentó en los 9 años de 66,1 a 84,6 por 1000 habitantes. El análisis estratificado por edad mostró que el mayor incremento relativo de consumo a largo plazo (110 %) correspondió al grupo de 10 a 24 años.
La duración media del tratamiento aumentó 25 % en todas las edades, con mayor incidencia en el grupo de 10 a 24 años (56 %). El porcentaje de consumidores a largo plazo con aparentes reducciones de dosis mostró cambios mínimos durante el transcurso del tiempo.
Factores en contexto
La reducción del estigma social que rodea a la salud mental ha alentado a los jóvenes a buscar intervención médica de manera más proactiva. La creciente influencia de las redes sociales en la última década, así como su uso intensivo puede contribuir a un mayor malestar psicológico.
La pandemia de COVID-19 en asociación con la exacerbación de la angustia psicológica, también pudo contribuir a las mayores tasas de dispensación de antidepresivos. La expansión de los servicios de atención médica, particularmente las plataformas de telesalud, probablemente facilitaron los accesos a servicios continuos de salud mental a poblaciones jóvenes. Sin embargo, los autores aclaran que el innecesario inicio farmacológico, las prácticas de desprescripción subóptimas y la prescripción excesiva de medicamentos para el grupo crítico de jóvenes también pueden incidiendo en los resultados que observaron. Al respecto, recuerdan que el Colegio de Psiquiatras de Australia y Nueva Zelanda, señala que el manejo farmacológico no debe considerarse la modalidad de tratamiento principal para la depresión en niños y adolescentes. En cambio, las pautas de la institución recomiendan para esas edades enfoques psicológicos, particularmente la terapia cognitivo-conductual, incluso en casos de depresión moderada a grave.
El notable aumento de la duración media del tratamiento y el descenso del porcentaje de reducciones aparentes de la dosis sugieren una tendencia hacia el uso prolongado de la medicación.
Una vez iniciado el tratamiento antidepresivo, los pacientes pueden continuar sin que medien indicaciones clínicas.; por lo tanto, los casos de inicio innecesario de tratamiento farmacológico para el abordaje de la depresión en niños y adolescentes requieren una evaluación exhaustiva, en vista de que la prescripción temprana inapropiada puede conducir a una exposición prolongada a la medicación sin justificación clínica.
Solución integral
Los autores exhiben tendencias crecientes en el uso prolongado de antidepresivos en todos los grupos de edad durante el período abarcado por el estudio. Sin embargo, el significativo incremento en el grupo de 10 a 24 años resalta la necesidad de futuras investigaciones que analicen minuciosamente los mecanismos subyacentes que motivan el uso prolongado de antidepresivos en las poblaciones más jóvenes.
La acentuada extensión de los tratamientos y los aumentos mínimos en los intentos aparentes de reducción de dosis en todos los grupos de edad, representan alertas de posible prescripción excesiva, insuficiente implementación de estrategias de desprescripción y utilización limitada de intervenciones no farmacológicas.
La recomendación final del estudio destaca la necesidad de alcanzar un enfoque integral para gestionar la salud mental, centrado en el desarrollo de estrategias eficaces de desprescripción y la integración de soluciones sociales, psicológicas y tecnológicas innovadoras.
* Pharmacoepidemiology and Drug Safety
Increasing Prevalence of Long-Term Antidepressant Use in Australia: A Retrospective Observational Study
RADLMK. Ranwala, Elizabeth E. Roughead, Jean-Pierre Calabretto, Andre Q. Andrade
15 de noviembre, 2025
https://doi.org/10.1002/pds.70267
